El origen de la pintura
Este espacio nos propone recuperar y ampliar la búsqueda del tema más básico de la pintura: su propio origen, que por extensión es el del hombre y el del Universo.
Partiendo de Pintura (1997), esta serie vislumbra paletas ilimitadas que se extienden al infinito que, en formato vertical como obras definitivas y protagonistas, abandonan su carácter experimental y secundario. Todo ello conlleva a la utilización del color y de sus innumerables combinaciones como único medio expresivo sobrepasando el primer caos de mezclas hasta alcanzar el posterior orden, armonía y vida.
El color blanco atraviesa todos estos cuadros de una forma u otra, predominan los rojos y los amarillos y aparece el violeta. Mientras, la pincelada se torna repetitiva, espontánea, fresca, libre y rota.
Y estas extensiones de color en all-over serán la génesis de todas las obras plásticas, desde los mundos más realistas hasta los más abstractos, para intentar demostrar que el potencial de los impulsos creativos más salvajes y la intuición, unidos a la razón, son la esencia de nuestro origen y el de la pintura.
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